Buenos días.
Hoy os traigo un truco muy sencillo y que seguramente os ahorrará, por un lado, el olor a ajo en los dedos, y por otro, el estar un buen rato peleándose con sus pieles.
Simplemente hay que coger un bol y un platito para taparlo (o un tupper hondo con tapa) y poner los dientes de ajo separados de la cabeza en su interior.
Luego sólo tienes que moverlo enérgicamente durante aproximadamente un minuto y cuando lo abras... ¡¡encontrarás todas las pieles separadas de los ajos!!!!
Así de rápido y fácil. Muy útil cuando tengamos que pelar muchos dientes.
¿A que esperáis para ponerlo en práctica? ¡Ya me contaréis que tal!
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